lunes, 1 de abril de 2013

Reseña de películas - Sergio Tur Joya


Piratas de Silicon Valley es una película documental estrenada en el año 1999 que muestra los comienzos de Apple y Microsoft como compañías, y la evolución de los primeros ordenadores. Aunque lo cierto es que esta película la vi hace ya bastantes años, ha tenido que ser ahora tras un segundo visionado cuando he conseguido comprender perfectamente toda la historia que se nos intenta mostrar (aunque eso sí, sin el consentimiento ni autorización de sus verdaderos protagonistas).


Cronológicamente los acontecimientos se sitúan entre los años 70 y mediados de los 80, coincidiendo con el cumpleaños de Steve Jobs y en pleno desarrollo comercial de Apple. De esta forma, la historia comienza con unos jóvenes Wozniak y Steve Jobs estudiando en la universidad de Berkeley y en su tiempo libre creando y vendiendo unos aparatos llamados "cajas azules" que les permitía hackear la línea telefónica. Durante esta época, deciden trabajar en el desarrollo de un ordenador creado por ellos mismos desde el garaje de la casa de los padres de Steve Jobs.


Simultáneamente, dos estudiantes de Harvard,  Paul Allen y Bill Gates, leen un anuncio en una revista donde se solicita de alguien que programe un lenguaje para el ordenador Altair en Albuquerque. Por aquella época,  Steve Jobs y Wozniak ya se encontraban en pleno apogeo con su empresa Apple y la comercialización de su primer ordenador personal. Esto hace que el interés de Bill Gates por conocer los entresijos de la compañía aumenten, especialmente tras ver el éxito en una feria de tecnología en la que tanto Microsoft como Apple mostraban sus productos. Tanto Bill Gates como Steve Jobs conocían el poder de la gran multinacional IBM, y Gates les ofreció un sistema operativo para sus máquinas aunque por aquel entonces ni se había empezado a desarrollar, siendo solo simple humo. Ese sistema operativo se materializó gracias a un contacto de Paul Allen que trabajaba en su propio sistema y les vendió el código. 

Al mismo tiempo, el imparable ascenso de Apple como compañía de primera fila, permitió la ampliación de su plantilla y sus oficinas. Aunque el ordenador Lisa ya estaba en el mercado, era necesario un nuevo equipo que pudiera superar la tecnología de IBM. Es así como contactaron con Xerox, una empresa que había patentado una interfaz gráfica para ordenadores con ayuda de un dispositivo externo: el ratón. Apple compró la patente y la incorporó en la que sería la revolución de los ordenadores: el Macintosh.


Bill Gates era consciente del creciente poder de Apple y solicitó a Steve Jobs que su empresa Microsoft colaborara en la creación de la nueva máquina. De esta forma, Gates tiene acceso a los códigos de la interfaz gráfica de Macintosh, que utiliza en secreto para el desarrollo de su propio sistema operativo: Windows. Cuando Steve Jobs descubre varios equipos suyos funcionando con Windows, se da cuenta de cómo Microsoft copió y mejoró la interfaz gráfica que él había desarrollado. Fue entonces cuando Jobs despide a Gates por traicionar su lealtad y lucrarse con sus avances. 

Finalmente, la película acaba con la celebración del cumpleaños de Steve Jobs, poco antes de ser despedido por el antiguo presidente de Pepsi-Cola que formaba parte de la compañía.


Piratas de Silicon Valley es una película que muestra los entresijos y sobre todo las distintas personalidades de sus protagonistas. Aunque algunos acontecimientos son incorrectos en el tiempo y hay personajes que no intervinieron, muestra bastante fidelidad con lo realmente ocurrido, tal y como reconocieron algunos implicados como Wozniak. Una película que nos enseña el nacimiento de una idea hasta ser un producto tangible. Y es que las ideas son tan inconclusas como herméticas. ¿Cómo voy a dar dinero por algo que el desarrollador ha podido escribir en una servilleta? El miedo es aún mayor cuando ni esas elucubraciones pertenecen al autor real y se lucran con el trabajo de otros. Un poeta romano decía que “confiar en todos es insensato; pero no confiar en nadie es neurótica torpeza“. Una lección que a veces es difícil aprender.

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La red social es una película dirigida por David Fincher estrenada el 1 de octubre de 2010 en Estados Unidos. Originalmente está basada en el libro Multimillonarios por accidente y muestra la creación de Facebook desde sus orígenes.


Mark Zuckerberg, un estudiante de la universidad de Harvard, extrae de la red interna de los alumnos la foto que aparece en sus fichas con el fin de crear la web Facemash. En ella, los estudiantes podían votar la foto de las chicas de la universidad a modo de ranking. Las visitas a la página fueron aumentando exponencialmente hasta que el servidor de la universidad se colapsó. Fue entonces cuando el director se dio cuenta de dicha anomalía y culpó a Zuckerberg de violación de la intimidad y uso indebido de la red.

Esta experiencia sirvió para que Mark pensara en un nuevo proyecto que permitiera a los usuarios compartir experiencias y cotilleos entre personas que se conocen. De esta forma, serían ellos mismos lo que invitarían a sus amigos y con quiénes quieren compartir sus contenidos para evitar lo que se produjo con Facemash. Antes se desarrollar siquiera el proyecto, contactan con él los gemelos Winklevoss, hermanos estudiantes con mucho dinero y que estaban interesados en el talento de Zuckerberg para crear Harvard Connection, un portal a modo de red social que utilizaría el dominio Harvard.edu.


Mark no tiene ningún interés en trabajar con ellos, pero acepta mientras trabaja en su web: The Facebook. Para los recursos financieros, decide contar con su amigo Eduardo Saverin, estudiante de economía. El proyecto comienza a tener éxito y llega a oídos de Sean Parker, creador de Napster. Con él, la compañía sigue progresando llegando a universidades europeas y eliminando el "The" del título. Sin embargo, en las nuevas medidas se incluye la disminución en el valor de las acciones de Eduardo. Esto junto con la demanda impuesta por los gemelos Winklevoss por supuesto plagio con Harvard Connection, hace que Mark Zuckerberg se enfrente a un juicio que termina con el presidente de Facebook pagando la cantidad estipulada.

Tanto en La red social como en Piratas de Silicon Valley se muestra el éxito de una idea y cómo al nacer esa idea no es de posesión de nadie hasta que alguien se apropia de ella creando algo tangible.

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HACKERS 2

En la segunda película de la saga Hackers, Kevin Mitnick es perseguido por las autoridades por romper la libertad condicional. Pese a tener al FBI siguiendo su pista, el famoso cracker sigue luchando por sacar a la luz información oculta, como el funcionamiento y la existencia de los sistemas SAS.


El punto clave de la película llega cuando, tras una rueda de prensa del hacker Tsutomu Shimomura, que también trabaja para el gobierno, Mitnick descubre la existencia de un código (Nokitel) que transforma los teléfonos móviles en escáners que permiten escuchar conversaciones ajenas a través de radiofrecuencia.
En su intento por conseguir el código Nokitel, Kevin Mitnick (cracker) se introduce en los almacenes de información de Shimomura para vaciarlos. Con esta intromisión, no sólo consigue lo que buscaba, sino que llega a sus manos un poderoso software (Contempt) capaz de destruir cualquier fuente informática conocida hasta el momento.Tras este robo, también consigue que el FBI intensifique su búsqueda de la mano del propio Shimomura, y se lancen en una persecución basada en desenmascarar IP, encontrar repetidores desde los que se emite la señal de Mitnick, registros de llamadas y hackeos telefónicos.


Cuando los cuerpos federales terminan por encontrar a su presa, ésta ya ha encontrado el código Nokitel y la forma de usarlo y además, utilizando los ordenadores de la Universidad de Carolina del Norte, también ha conseguido descifrar el código de Contempt. Antes de poder utilizarlo, Shimomura consigue capturarlo y encerrarlo en prisión, aunque dejando una interesante reflexión final: ¿está la información a servicio de todos?

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